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Las consultas virtuales son adecuadas para condiciones que no requieren examen físico detallado, como resfriados, gripe, erupciones cutáneas, problemas digestivos menores (acidez, indigestión), dolor muscular leve y seguimiento de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o problemas cardíacos.
También aplican a salud mental (ansiedad, depresión), dermatología (psoriasis, acné, alergias), oftalmología (síntomas visibles oculares) y cardiología estable (hipercolesterolemia). En Costa Rica, la teleorientación resuelve dudas, prescripciones y seguimientos crónicos sin necesidad de presencia.
Infecciosas y respiratorias: Resfriados, infecciones urinarias leves, picaduras de insectos.
Crónicas y seguimiento: Diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares, ajustes de tratamiento.
Mental y especializada: Terapia psicológica, dermatitis, urticaria, síntomas oculares visibles.
No son aptas para síntomas graves (dolor intenso, dificultad respiratoria), procedimientos invasivos, exámenes físicos complejos o emergencias que demanden pruebas como radiografías. La decisión final depende de la evaluación médica y regulaciones locales en Costa Rica.
En Costa Rica, la teleconsulta está regulada por el Reglamento para el control y regulación de la teleconsulta (2025), que exige consentimiento informado explícito, registro completo en el expediente clínico, cumplimiento de ética profesional del Colegio respectivo y protección de datos personales.
Los médicos asumen plena responsabilidad por diagnósticos y tratamientos remotos, debiendo garantizar identificación clara, capacitación tecnológica y derivación a presencial si hay limitaciones (ej. auscultación o palpación imposibles). No toda condición es apta; emergencias o exámenes físicos complejos quedan excluidos.
Consentimiento y privacidad: Obligatorio formulario informado sobre riesgos técnicos (conexión fallida) y minimización de datos; usar apps seguras con cifrado.
Ética y responsabilidad: Médicos deciden uso basado en beneficio paciente; grabaciones opcionales solo con permiso, respetando Ley de Protección de Datos.
Registro y capacitación: Mantener historial detallado; profesionales deben tener licencias vigentes y protocolos nacionales.
La telemedicina implica responsabilidad civil total del médico, similar a presencial, con derivación inmediata si se detectan limitaciones; en Latinoamérica, se enfatiza cumplimiento de normas éticas y protocolos para evitar demandas. En CR, la CCSS y Ministerio de Salud promueven su uso complementario, pero con auditorías estrictas.